666

Publié le par osqvar


¿Por qué conocemos al diablo por la cifra 666?


San Juan, en su Apocalipsis (Libro de la Revelación), se refiere a él con esta cifra.

         Resulta curioso encontrar en el Antiguo Testamento tal vez el único nombre propio que es igualmente una cifra. Curiosamente en griego las cifras se representan con letras del alfabeto, así que al fin y al cabo lo que encontramos en la fuente original de San Juan son tres letras:

            En el alfabeto griego 666 corresponde a la secuencia < χ ξ ς > (/x ks st/, pronunciado más o menos como “hi-ksi-sti”) en griego. Si significara algo, o si fuera un nombre griego, no extrañaría encontrar este nombre, que podría ser representado como una cifra. Pero muchos nombres propios del Antiguo Testamento no son griegos, sino hebreos, así que no sería de extrañar que se tratara de un nombre hebreo.

         En cualquier caso el hecho de representar un nombre propio con una cifra en griego resulta extraño. Y curiosamente, en hebreo, es habitual: también en hebreo las cifras corresponden a letras (glifos) del alfabeto, y, por ejemplo, los nombres de Dios se representan con números, que a la vez corresponden a adjetivos en hebreo. Vistas así las cosas parece evidente que la trascripción de este nombre ha seguido una tradición hebrea y no griega. Se trataría de un calco. Y no es el único caso. El famoso “Yo soy el principio y el fín” (el alfa y omega: εγο ειμι αλφα δη ομέγα) parece ser otro de estos calcos de convención de representación léxica propios del jeroglífico y no del alfabeto, que conserva el hebreo, pero no el griego. En griego las letras del alfabeto no significan nada. Se importó el alfabeto fenicio con los nombres de letras que tenían en la tradición semítica (salvo para las vocales), pero estos nombres propios de letras no tenían significado. La sentencia divina es una clara traducción del hebreo, como lo podría ser el 666, cifra que sería representada en hebreo (de derecha a izquierda) וסת"ר.

         Lo que no queda tan claro es si se trata de un nombre hebreo trascrito según una tradición hebrea o un nombre griego escrito según la tradición hebrea. En hebreo bíblico no se representan las vocales, así que 666, pronunciado /x ks st/, sería pronunciado en griego insertando vocales tras estas tres consonantes, y con una marca de caso como sufijo (ya se trate de griego o hebreo). Algunos nombres representados así son M-PH-ST (Μεφιστός) y X-P-ST (χριστός), Mefistós, o Mefistófeles, y Hristós o Cristo, respectivamente. En griego: < Χ Ρ Ϛ > y < Μ Φ Ϛ>. La similitud con la representación original de 666: < Χ ξ Ϛ> es sorprendente (y curiosamente, se da la ¿coincidencia? de que en hebreo el 600 se representa con la <m> de Mefistós). Dos opciones nos quedan para interpretar este nombre, o que exista una palabra hebrea que represente este nombre, o que sea una palabra griega.

         Sin embargo, hay que tener en cuenta que los números corresponden a una letra en cada alfabeto según la posición que ésta ocupa, como se puede ver en el cuadro de arriba. Ahora bien, los alfabetos griego y hebreo descienden del alfabeto consonántico lineal fenicio (también llamado norprotosemítico), pero el griego, al poseer sonidos, fonemas, inexistentes en fenicio, y un sistema rico en vocales, cambió algunos signos, su valor y su posición, variando así ligeramente el orden, y por tanto la numeración.

         Y éste es el caso: resulta que ninguna de estas tres letras tienen equivalente en fenicio, así que 666, o es un nombre griego (algo así como hiksistós, lo cual resulta bastante plausible, pues –istos (Ϛ) es el morfema de adjetivo superlativo), o es hebreo (וסת"ר) y sigue la numeración hebrea, no la griega. En este caso lo que puedo pasar es que el transcriptor de San Juan no comprendió el וסת"ר mas que por su valor numérico, y lo transcribió así, sin ocuparse mucho del significado. Algo así como si un escriba latino transcribiese “puelle cui panem dedi” por “di pan a 106 chicas” en lugar de “(de/con) la chica a la que di pan” (cui, o CVI = “a la que” o 106). Esta hipótesis resulta inaceptable, imagino, para cualquier adepto a más de veinte siglos de exegética.


         También es posible que nombre propio fuera hebreo, y correspondiera o no a una cifra hebrea. En cualquiera de estos casos sería absurdo transcribir en griego un nombre impronunciable, sobre todo, si el texto fue escrito para leerse en público. Entonces, si aceptamos que 666 representa un nombre, al final quedan dos explicaciones:

1.     que se trate de un nombre hebreo que el escriba haya trascrito en griego con el equivalente numérico (pues las letras no tienen equivalente hebreo). En ese caso, el presunto original hebreo 666, וסת"ר, tendría un significado en el original (que debía pronunciarse más o menos como “mow”, siguiendo la transliteración de cifras), que desconozco. En ese caso, el significado se perdió en la traducción como se pierde el significado de un nombre propio. Entonces, hiksistós no significa nada; sólo es la pronunciación del número asociado a La Bestia.

 

2.     que se trate de un nombre griego trascrito “al hebraico modo”, sin vocales, porque en hebreo esa palabra (y cifra) tenía un significado importante para el transmisor, que la tradujo al griego como hiksistós (o escrito con otras vocales) y cuyo significado desconozco. En este caso hubo traducción y no transnumeración, así que la cifra asociada se cambió a causa de la asimetría de sistemas numéricos. Es ese caso, la asociación del diablo a 666 es puramente accidental, porque el original hebreo era otro número.

 

         Ambas hipótesis se apoyan en supuestos racionalistas que sólo pueden verificarse si encontramos evidencias de la existencia de un término griego χιξιστός o χεξιστός, lo que apoyaría la segunda tesis, o de un hebreo וסת"ר, lo que favorecería la primera.

         ¿Alguien se apunta a la búsqueda? Seguro que en el camino nos hacemos un montón de amigos…

 

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